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Para preservar el aroma y el sabor del café, el material de embalaje utilizado es de la máxima importancia. El café es muy susceptible a elementos externos como el oxígeno, la humedad y la luz. Incluso la más mínima exposición lo vuelve rancio. Debido a esto, los materiales utilizados para las bolsas de café son de vital importancia.
Muchas bolsas de café están fabricadas con estructuras multicapa que incluyen PE, PET y aluminio. Cada capa: el PET protege contra la luz, evitando la degradación del sabor por los rayos UV. El PE limita la humedad, impidiendo que el café absorba humedad y se vuelva mohoso. El aluminio mejora la barrera contra el oxígeno y reduce la oxidación del café, lo que hace que el sabor se vuelva rancio.
Además, estos materiales son seguros para alimentos y bebidas. Los fabricados con PET y PE son sometidos a pruebas para garantizar que ningún químico dañino migre al café. Por lo tanto, los materiales pueden preservar el café manteniéndolo seguro para el consumo.
Para preservar el aroma, las bolsas de café se fabrican con equipos de sellado automatizados para crear un entorno sellado al vacío. Un método común de sellado utilizado es el sellado al vacío, en bolsas de café de PET y PE, que elimina la mayor parte del aire, reduciendo la exposición al oxígeno. Esto ralentiza el proceso de deterioro.
Para las bolsas que deben abrirse y cerrarse repetidamente, los cierres herméticos funcionan muy bien. Permiten a los consumidores sellar la bolsa después de cada uso, manteniendo el aire fuera y el aroma dentro. Esto es muy útil para el café molido o granos enteros que se consumen durante varios días.
El proceso es exacto en cuanto a cómo se realiza el sellado. Cada borde se revisa en busca de huecos. Incluso una fuga mínima es suficiente para que entre oxígeno, por lo que la atención en este paso es importante para mantener el café fresco.
Los tres factores más perjudiciales para el café son el oxígeno, la humedad y la luz. Las bolsas para café están especialmente diseñadas para protegerlo contra estos tres factores.
El factor más perjudicial para el café es el oxígeno, también conocido como el enemigo público número uno. Destruye los aromas y sabores al reaccionar con los aceites del café. Las mejores bolsas para café tienen capas barrera contra el oxígeno que impiden que este entre, prolongando la vida útil del café.
Otro enemigo es la humedad. Permite que el café se agrupe y aumenta las posibilidades de crecimiento de moho. La barrera contra la humedad en las bolsas también evita que el café absorba humedad, manteniendo el café seco.
Exponer el café a la luz, especialmente a la luz solar, promueve la oxidación, lo cual acelera la degradación natural del café, disminuyendo así sus sabores naturales. Esta es la razón principal por la que muchas bolsas para café son opacas o de color oscuro. Esto bloquea la luz, protegiendo al café de sus efectos dañinos.
No todos los tipos de café son iguales, y tampoco lo es su empaquetado, ya que las bolsas para café deben diseñarse para satisfacer las necesidades específicas de cada tipo. Bolsas con diferentes estilos deben atender necesidades particulares de tipos específicos de café. Estos requisitos van más allá del aspecto estético, son esenciales para su conservación.
El café tostado claro, por ejemplo, debe preservar sus sabores más delicados, lo cual requiere medidas protectoras adicionales, como capas de barrera más gruesas para evitar la entrada de luz o humedad. Por otro lado, el café tostado oscuro, aunque sea más resistente, también requiere un empaque protector para conservar su humedad.
Para café recién tostado, las bolsas con válvula son un empaque ingenioso. El café tostado libera dióxido de carbono, el cual puede ser liberado sin permitir que entre aire u oxígeno, manteniendo así la frescura del café, lo que a su vez evita que el gas se acumule y la bolsa reviente.
Las personas son más respetuosas con el medio ambiente, y las bolsas para café han captado la idea. Al fabricar bolsas de café con materiales compostables o reciclables, el objetivo de mantener estrategias ecológicas es más alcanzable, sin comprometer la frescura.
Estos materiales sostenibles conservan características de barrera fuertes. Todavía bloquean el oxígeno, la humedad y la luz como los materiales tradicionales, y a diferencia de ellos, estos materiales son naturalmente biodegradables, minimizando su impacto ambiental.
De esta manera, los amantes del café pueden saborear café fresco y contribuir al bienestar del planeta al mismo tiempo. Es una situación ventajosa para todos: café delicioso y un planeta más saludable.